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Jeremías 12. No envenenes tu Alma
La mayoría de los seres humanos queremos vivir llenos de felicidad, pero la verdad es que muy pocos logran encontrar esa felicidad tan añorada.
La razón por lo
cual muchas personas no encuentran su felicidad es porque se empeñan en
envenenar su alma.
El veneno más
letal para el alma es la envidia, las personas que sienten envidia siempre se
incomodan o sufren cuando alguien diferente a él prospera.
Características de una persona con el alma Envenenada.
1. Sufre en
gran manera cuando alguien prospera o le va Bien. V 1 “Justo eres tú, oh
Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti.
¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se
portan deslealmente?” la infelicidad de una persona comienza cuando no
valoramos lo que tenemos por estar anhelando lo que no tenemos.
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1.1. Las personas con el alma
envenenada siempre tratan de imitar lo que hacen los demás para ver si de esta
forma obtienen la felicidad que otros tienen.
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1.2. El tratar de parecernos a los
demás es lo que hace que nos sintamos decepcionados de nosotros mismos.
2. Critica
a todos los que les va bien. V 2 “Los plantaste, y echaron raíces;
crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus
corazones” la envidia nos hace ver a los demás como perversos
no merecedores de Perdón y Salvación.
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2.1. Un adagio popular dice: todo
lo del pobre es robado, cuando alguien tiene su alma envenenada siempre critica
el éxito de otros.
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2.2. Algunos cristianos se sienten
tan mal cuando otros prosperan que no se dan cuanta que siempre le dan más
poder al diablo que a Dios.
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2.3. Cuando ven que alguien
prosperar dicen: si prospero tan rápido es porque hizo pacto con el diablo.
¿Entonces el hacer un pacto con Jesucristo no sirve para nada?
3. Nos
Creemos mejor que los Demás. V 3 a “Pero tú, oh Jehová, me conoces; me
viste, y probaste mi corazón para contigo;” esto hace
que nos desanimemos de hacer lo que nos corresponde y creemos que Dios es
Injusto. Ahí surge la Expresión: ¡porque
A mí!
4.
Empezamos a desearle el mal a quienes Tienen Éxito. V 3 b “arrebátalos como a
ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza.”
este sentimiento nos convierte en alguien tan malo como las personas que
estamos juzgando.
5. Buscamos
Culpables para Justificar nuestro Fracaso. V 4 “¿Hasta cuándo estará
desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los
que en ella moran, faltaron los ganados y las aves; porque dijeron: No verá
Dios nuestro fin” la envidia no nos deja Ver nuestros errores para
corregir, sin corrección no hay perfección.
Como Evitar que nuestra alma no se envenene.
1.
Reconociendo que Estamos sintiendo Envidia. Salmos 73: 2-3 “En cuanto a mí, casi
se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. 73:3 Porque tuve
envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.”
Azaf era alguien que alababa a Dios, pero en algún momento de su vida sintió
envidia, pero el reconoció que ese sentimiento casi le hace caer.
2. No
Comparándonos con los Demás. Gálatas 6: 4 “Así que, cada uno
someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo
respecto de sí mismo, y no en otro;” cuando nos comparamos con
personas de más éxito nos sentimos inútiles y nos llenamos de ansiedad y
desesperación. Es la ansiedad la que nos hace equivocar.
3. Acepta
que todos somos Diferentes. 1 Corintios 15: 41 “Una es la gloria del
sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una
estrella es diferente de otra en gloria” hay
personas que tienen habilidades que nosotros no tenemos, pero nosotros tenemos
habilidades que otros no tienen. Los seres humanos no somos iguales somos
complemento el uno del otro.
4.
Entendiendo que todos somos Importantes en lo que hacemos. 1 Corintios 12: 21-22 “Ni el ojo puede decir
a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad
de vosotros. 12:22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más
débiles, son los más necesarios;” el hecho que no hagamos lo que
otros hacen no significa que seamos inferiores a ellos.
5. Estando
Contentos con lo que Tenemos. Hebreos 13: 5 “Sean vuestras
costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No
te desampararé, ni te dejaré;” esto no significa que debemos ser
resignados, esto significa que debemos amar lo que tenemos mientras luchamos
por conseguir algo mejor.
Cuando
estamos pendientes más de los logros de los demás que de los nuestros, o cuando
estamos inconformes con lo que hemos conseguido nos amargamos la vida, hacemos
las cosas mal y nos dirigimos al fracaso.
Jeremías 11. Porque no quieren escucharte
En algunas ocasiones sentimos que la gente ya no quiere escucharnos y no es porque ellos tengan algo en contra de nosotros.
Puedes tener una idea fantástica, un proyecto muy
interesante, pero cuando buscas empatizar con otros, nadie quiere escucharte, o
pretenden hacerlo, pero al final sientes que no es el caso. ¿Qué puede estar
pasando?
Algo
increíble, Jehová que es amor y ejemplo de paciencia en esta ocasión ya no
quería que Jeremías intercediera por su pueblo. V 14 “Tú, pues, no ores por este pueblo, ni
levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré en el día que en su
aflicción clamen a mí”
Pueden ser
muchas las razones por las cuales alguien ya no quiere escucharnos, en este
caso Jehová ya no quería escucharlos porque consideraba que su pueblo había
perdido ese derecho por las abominaciones que hacía. V 15 “¿Qué derecho tiene mi amada en mi
casa, habiendo hecho muchas abominaciones? ¿Crees que los sacrificios y las
carnes santificadas de las víctimas pueden evitarte el castigo? ¿Puedes
gloriarte de eso?”
Algunas razones por las cuales Jehová y las demás personas no
quieren escucharnos.
1. No
querer escucharlo a él o a los demás. Proverbios 28: 9 “Al que aparta su oído para no oír
la ley, su oración también es abominación.”
Jesucristo dice: si no me quieres escuchar yo tampoco te quiero escuchar.
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1.1. Muchas veces a nosotros nos
molesta o no tenemos tiempo para escuchar a los demás, pero si nos encanta que
los demás nos presten atención cuando nosotros les hablamos.
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1.2. Escucha a los demás a si lo
que te están diciendo no te parezca muy interesante o ya lo conozcas.
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1.3. Lo más triste para una persona
es darse cuenta que estuvo hablando como media hora con alguien y que nunca le prestó
atención porque estaba entretenido con su celular, viendo televisión o hablando
con alguien más.
2. Cuando
solo hablamos chisme. El llamado de Pablo es que no debemos estar ociosos
buscando chisme con las demás personas. 1 Timoteo 5: 13 “Y también aprenden a ser ociosas,
andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y
entremetidas, hablando lo que no debieran.”
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2.1. Las personas chismosas siempre
son molestas para los demás, el adagio popular dice: todo el que trae también
lleva. A si como te dicen un chisme de los demás a los demás le llevan uno
tuyo.
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2.2. Si lo que te van a decir no te
edifica a ti ni a los demás, es mejor que no los escuches, solo envenenaran tu
alma llevándote a la amargura.
3. Porque
tenemos una mala forma de hablar. Muchas veces no nos moleta lo que nos dicen
lo que nos molesta es la mala actitud conque lo hacen.
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3.1. Para que las personas quieran
escucharnos es necesario endulzar, embellecer o sazonar nuestra forma de
hablar. Colosenses 4: 6 “Que
vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con
sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona.”
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3.2. La mejor forma de ganar
empatía es haciéndole a los demás lo que no gustaría que ellos nos hicieran a
nosotros. Mateo 7: 12 “Por
eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros
con ellos, porque esta es la ley y los profetas.”
4. Somos
muy Orgullosos. Proverbios 16: 18 “Delante de la destrucción va el orgullo, y
delante de la caída, la altivez de espíritu.” Las
personas orgullosas se tornan insoportables.
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4.1. El creernos más que los demás
tan solo porque tenemos algo más de dinero es lo que termina alejándonos de los
demás, nadie quiere hablar con un orgulloso.
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4.2. Las personas orgullosas por lo
general siempre terminan ofendiendo, a si esa no sea su intención.
Si por
algún motivo sentimos que Dios o los demás ya no quieren escucharnos, en lugar
de lamentarnos debemos examinar nuestro comportamiento, posiblemente somos
nosotros los culpables de que eso este pasando.
Jeremías 10. Recomendaciones al pueblo de Dios.
El problema de muchos de nosotros los cristianos es que utilizamos la palabra de Dios para advertir a los del mundo porque consideramos que ellos son los que necesitan exhortación.
En esta
ocasión Jehová le dice a Jeremías que la palabra que tiene es para su pueblo,
el pueblo de Dios. V 1 “Oíd
la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel”
Los
cristianos también estamos convencidos que por haber recibido a Jesucristo en
nuestro corazón ya estamos totalmente salvos y los que se van a condenar son
los del mundo, esto hace que nos confiemos y descuidemos algunas cosas o
cometamos algunos errores.
El apóstol
Pablo dice que los que creemos estar de pie somos los que más nos tenemos que
cuidar. 1 corintios 10: 12 “Por
tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga”
No basta
tan solo decir que ahora creemos en Jesucristo, lastimosamente creer cualquiera
puede creer. Santiago 2: 19 “Tú crees que Dios es
uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”
No
solo basta con solo creer en Jesucristo, también es necesario amarlo por encima
de cualquier otra cosa o cualquier otra persona. Lucas 14: 26 “Si alguno viene a mí, y no
aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos
y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo”
Recordemos
que aborrecer no significa odiar, aborrecer significa amar menos que, es decir Jesucristo
nos pide que a nuestra familia y todo lo que sea terrenal lo debemos amar menos
que a él.
Jesucristo busca un
pueblo diferente a cualquiera de los que se hayan formado aquí en la tierra. Deuteronomio
7: 6 “Porque tú
eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle
un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.” Deberíamos preguntarnos qué tan especial somos o cuan diferentes somos
al resto del mundo.
Recomendaciones para el Pueblo de Dios.
1. No involucrarnos
con las costumbres del Mundo. V 2 “Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni
de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman” muchos dicen llamarse cristianos, pero siguen practicando todo lo que
hace la religión tradicional.
· 1.1. El mundo de manera sutil va convirtiendo en idolatra pasivo al
cristiano tibio. V 3 “Porque
las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron,
obra de manos de artífice con buril.” Muchos dicen yo participo de la
navidad por los niños.
· 1.2. El llamado a evitar la idolatría no se la está haciendo a los de
afuera, les está advirtiendo sobre la idolatría a su pueblo al pueblo de Dios.
V 4 “Con
plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.”
· 1.3. Muchos cristianos creen que las figuras que tienen los del mundo
son idolatría y las figuras o muñecos que ellos tienen tan solo son decoración.
2. El cristiano
verdadero está seguro que el único Dios es Jehová y que debe venerarlo y
honrarlo en todo momento. V 10 “Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira
tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.” La única forma de tener un amplio conocimiento de Dios es a través de
un constante estudio de la palabra.
· 2.1. Los cristianos modernos son muy amantes del congregarse donde
anuncian shows o espectáculos cristianos, les gusta mantenerse entretenidos,
aunque sin conocimiento.
Lastimosamente cada
día hay más cristianos que escogen pastores que les hablen lo que ellos quieren
escuchar. 2 Timoteo 4: 3 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana
doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a
sus propias concupiscencias,”
El congregarnos en algún
lugar o el haber hecho una oración de fe no quiere decir que ya estemos libres
de caer, los que decimos estar de pie somos los que más debemos cuidarnos de no
caer.